Pobreza de ideas

La descalificación del contrincante es un recurso opaco que nadie defiende pero que es asumido como parte natural e inevitable en cada comentario del blog. Sin embargo, cuando los comentarios negativos adquieren un lugar principal y atiborran de leyendas y consignas agresivas la atención pública, el resultado es una devaluación generalizada de la nota. Esto es lo que está ocurriendo con los posteos de El Ladillon. Los ladicoments, en su mayoría anónimos, están preparados para mostrar aspectos negativos y/o vulgares de alguna persona, aumentando además el grado de confusión existente. Estos, son también la consecuencia de la crisis de la falta de ideas. Pueden, en tal sentido, ser interpretados como búsquedas por parte de las personas de formas de expresión de la representación del enfado. Pero una campaña descalificatoria como la que está a la vista, destinada a mostrar que el adversario es peor, no ayuda en absoluto a clarificar el panorama. El abuso negativo lleva, en definitiva, a una devaluación y es un mal para todos porque contribuye al desprestigio de esta gacetilla.